Desde el primer momento en el que entraron en funcionamiento los radares de tráfico, comenzaron a aparecer remedios para evitarlos. Muchos de ellos siguen usándose hoy en día y muchos nuevos han surgido. Sin embargo, están muy lejos de ser efectivos:
Doblar la matrícula: esta táctica evita que la multa, si te pilla el radar, te llegue a casa. Eso sí, como te pare un agente de policía en la carretera, te espera una multa por infracción grave.
Laca o CD en matrícula: un clásico. Quizás en los primeros radares este remedio funcionaba. Pero a día de hoy, el radar pasa olímpicamente de ellos y la multa te llegará sin ningún problema a casa.
Adhesivos invisibles: existen unos adhesivos de idéntica forma y color que las cifras de la matrícula. Sin embargo, si los compras estarás perdiendo el dinero porque es un timo.
Sistema No-photo: este invento está formado por un par de flashes en el porta-matrículas, que saltan cuando un sensor detecta el flash del radar, lanzando un destello de luz que hace inservible la foto. Pero suele tener problemas de sincronización. Es efectivo hasta cierto punto. Pero muy caro.
Inhibidor de radar: muy efectivo y muy ilegal. Instalarlo cuesta más de 1.000 euros y si te pillan con uno en el coche, la multa es de 6.000€ y 3 puntos menos en el carné.
Dicho esto, a día de hoy, el mejor sistema anti- radar sigue el levantar el pie del acelerador y/o una cuenta corriente con dinero.