En más de una ocasión lo habrás visto o vivido. Conductores que van a más velocidad de la permitida y al ver la señal del radar, reducen la velocidad para no ser pillados.
Sin embargo, en algunos tramos de carretera, hacer esto no te librará de la multa. Porque la Guardia Civil lleva un tiempo aplicando lo que se conoce como radares en cascada: varios radares colocados seguidos en un tramo reducido de carretera.
Radares anti-frenazo
Cualquiera puede conocer la situación de los radares de la DGT, pues la propia organización se encarga de publicarlas y actualizarlas continuamente. Pero claro, hay gente que utiliza esa información para saltarse los límites de velocidad y, justo al llegar al radar, reducir la velocidad para luego continuar a su ritmo por encima de la ley.
Para acabar con esta costumbre, el método de radares en cascada coloca los radares donde los conductores no se lo esperan, es decir, inmediatamente después de los radares ya conocidos.
Lo habitual es colocar un radar móvil poco después de uno fijo, pero también es frecuente colocar un radar móvil y un poco después otro. Junto al coche patrulla que se encargará de amablemente darte la multa y notificarte la pérdida de puntos.